15.12.2022 El campamento de preparación del Intercambio se realizó en la reserva nacional del complejo Mocho-Choshuenco.
Del lunes 05 al miércoles 07, los I medios estuvieron en la reserva nacional Mocho-Choshuenco, en preparación del Intercambio a Alemania en II medio y como iniciación de Enseñanza Media.
La actividad es organizada en conjunto por los departamentos DFU, Educación Física y el Staff de Apoyo académico. El objetivo principal es acampar con los alumnos de I medio, para potenciar el aprendizaje de valores como la responsabilidad, la autonomía, el cuidado de la salud propia, el respeto a todos y a la naturaleza, a través de la sustentabilidad; el trabajo en equipo y solidaridad. El principal desafío que viven los alumnos en estos días es salir de su zona de confort, ya que deben organizar, decidir y preparar su alimentación, compartir, abrigarse cuando es necesario, respetarse unos a otros y vivir de manera sustentable, guiados por los profesores acompañantes en actividades que aportan a los valores mencionados. Todo dentro del contexto de una vivencia en la naturaleza y el debido respeto a ella.
Las actividades que desarrollaron durante su estadía fueron preparadas en conjunto con los estudiantes el día de talleres, que se realizó el 25 de octubre. Los acompañantes en esta oportunidad fueron los profesores Esteban Hormazábal, Germán Kutchartt, Sebastian Bolz y Thomas Daul, y las psicólogas Viviana Fullá y María Eugenia Pulido.
La alumna Antonia Barrera escribió un reporte acerca de su experiencia en el campamento, el que se encuentra a continuación.
Nuestra experiencia en el IMPI 2022
El pasado lunes 5 de diciembre partimos toda la generación de primero medio hacia la reserva natural Mocho Choshuenco sin pensar en los desafíos que nos esperaban. El IMPI (Iniciación de la Enseñanza Media) es una actividad que se realiza a comienzos de primero medio como preparación para la autonomía y responsabilidad previo a todo lo que nos depara la Enseñanza Media y nuestro viaje a Alemania en segundo medio.
Nuestro campamento fue de tres días y dos noches, sin celulares, ni aparatos electrónicos. Al comienzo a todos se nos hizo algo raro y nos costó no tenerlos cerca, pero con el paso de las horas nos fuimos acostumbrando a estar sin ellos.
El lunes a las 9 de la mañana salimos todos desde el colegio hacia la reserva, en bus; previamente tuvimos una inducción por parte de los profesores. El viaje duró aproximadamente 5 horas y durante él pudimos conversar, reírnos y no fue para nada aburrido. Al llegar, comimos y armamos nuestras carpas. El primer día fue más que nada para organizarse y programar las actividades del día siguiente.
La primera noche cada cordada preparó su comida y compartimos la cena en mesones al aire libre; hizo un poco de frío, pero íbamos preparados con ropa abrigada así que no dejamos de pasarla bien. A las 22:30 todos debíamos estar acostados en nuestras respectivas carpas, pero antes aprovechamos para compartir con nuestros amigos en otras carpas. La primera noche en carpa no tuvo contratiempos.
El segundo día fue el más movido, nos levantamos como a las 8 de la mañana, tomamos desayuno y partimos desde temprano por diferentes senderos hasta llegar a la nieve. Hicimos un trekking de unas 6 horas aproximadamente. El camino fue complicado y bastante agotador para la mayoría de nosotros, pero nos ayudamos entre todos. Llegamos a un mirador muy lindo en donde teníamos una vista preciosa. Finalmente subimos un poco más y llegamos a los pies del volcán. Había mucha nieve,
todos lo pasamos muy bien, todos nos divertimos jugando en la nieve y fue el momento más lindo.
Ese día llegamos todos muy cansados de vuelta al campamento. Durante la noche hicimos una fogata dentro del refugio, comimos, cantamos y conversamos entre todos. Pasamos un buen rato todos juntos.
El miércoles ya teníamos que regresar. Despertamos temprano para desarmar todo y poder empacar. El viaje de vuelta fue más corto y a diferencia del de ida veníamos casi todos durmiendo.
El viaje en general se nos hizo muy corto, prácticamente 3 días que pasaron volando. Fue algo distinto, que como generación nunca habíamos experimentado. Claro, hay chicos que salen a acampar seguido, chicos que son más outdoors que otros, pero, para muchos, fue su primera vez acampando; eso no nos limitó a nada, al contrario, fue una actividad que nos unió como generación. Tuvimos la oportunidad de convivir con compañeros con los que a veces ni siquiera hablamos; también de formar y fomentar distintos valores como el respeto, solidaridad y a ser respetuosos con el medio ambiente. Sin duda, fue una bonita e inolvidable experiencia que nos unió a todos como curso y generación.
A las 16:30 de ese día ya estábamos de vuelta en el colegio abrazando a nuestros padres que nos esperaban ansiosos.