¿Por qué ya en Kindergarten?
Vivimos en un mundo globalizado, marcado por fenómenos generados por dinámicas migratorias. En consecuencia, el contacto con otras culturas y lenguas forma parte de nuestra vida diaria y se experimenta desde la infancia.
En un Kindergarten bilingüe se viven diversidades culturales e idiomáticas de manera diaria y natural. En vez de generar miedos o prejuicios sobre “lo otro”, se estimula la curiosidad para conocer e intercambiar, y, así, acercarse con tolerancia y respeto a otras culturas, y aprender un nuevo idioma.
Se ha evidenciado que niños a partir de los 6 meses hasta los 7 años disponen de una elevada capacidad para el aprendizaje de idiomas. Esta “ventana lingüística” se cierra durante el séptimo año, por lo cual la estimulación del Alemán durante el Kindergarten representa una gran oportunidad y un gran desafío. Durante esta “fase sensible” el aprendizaje del idioma resulta muy fácil para los niños porque disponen de una gran facultad para la imitación y la asimilación.
Si tempranamente se crea una buena base del segundo idioma, después, con una edad avanzada, no hay que estudiarla con mucho esfuerzo, sino que se complementa durante las clases de Alemán del colegio. Por lo tanto, el Alemán, durante la fase preescolar, representa el “medio de la clase”, mientras que durante el colegio representa el “contenido de la clase”.
Una duda extendida es que por la nueva lengua se podrían ver descuidados otros ámbitos de la educación. Un malentendido común es pensar que no se pueden explicar y comunicar ciertos ámbitos a través de la lengua extranjera. Este no es el caso. Dentro de la educación preescolar hay que entender a la lengua extranjera como medio, con el cual se estimulan todas las áreas del desarrollo (cognición, socialización, emoción, motricidad, autonomía, creatividad, etc.), de la misma manera que con el idioma materno. Incluso áreas sensibles y difíciles (como el tratamiento de conflictos y la verbalización de emociones) pueden ser tematizados dentro de la lengua extranjera.
En el caso de niños que crecen en un ámbito bilingüe, puede ocurrir una demora dentro del aprendizaje de la lengua materna. Esto se debe al gran desafío de encontrase en una situación de estar aprendiendo un idioma materno y una lengua extranjera al mismo tiempo. Sin embargo, esta demora se compensa rápidamente por niños que crecen en un marco bilingüe, una condición, que según el lingüista y experto en temprano bilingüismo, Henning Wode, no trae influencias negativas para el desarrollo del idioma materno, el desarrollo intelectual u otros logros escolares.
www.dsv.cl