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Visita de ex Director Johannes Rempel

13.03.2013  Ayer por la tarde visitó nuestro Instituto quien fue Director en el período 1963 a 1966, Johannes Rempel. En su visita evocó recuerdos y anécdotas de esos años.

Frente al monumento de Carlos Anwandter, al centro el ex Director Johannes Rempel.

Johannes Rempel llegó a Chile en 1960 como profesor de Alemán. En 1963 asumió como Director hasta 1966, luego de que quien estaba en ese entonces en el cargo cesara en sus funciones por diferencias con el Directorio de la época. El ex Director visitó ayer nuestro Instituto, ocasión a la que fueron invitados Klaus Grob,  quien formó parte del Directorio de la época, y Adolfo Burgos, quien trabajó con él como Inspector General del colegio. En la informal reunión participaron también Alfredo Grosolli y Kurt Hellemann, Director Subrogante y Director Ejecutivo del Directorio, respectivamente.


Johannes Rempel tiene la vista deteriorada, usa bastón, pero habla con un tono de voz muy agradable y su lucidez es patente. Recordó inmediatamente a nuestro ex Inspector, Adolfo Burgos, y en un español perfecto recordó algunos momentos especiales compartidos con él.


Durante la conversación evocó recuerdos muy gratos, como el trabajo con el Directorio para mejorar el clima ambiente de ese entonces.


Recuerdos no tan gratos, pero que pasaron a ser parte de sus anécdotas, fueron el hecho de haber llegado al país y a los pocos días vivir el terremoto, por el cual él y su familia (su esposa y tres hijas) perdieron todo ya que sus enseres se encontraban a la sazón en el Almacén de Resguardo de la Aduana de Valdivia. También recordó el Riñihuazo y la angustia que generó en la población este efecto del terremoto cuando aún la ciudad luchaba contra los estragos que éste había causado.


Recién llegado, Johannes Rempel vivió el terremoto y sus consecuencias. Al respecto, señaló que sintió que por parte de los chilenos se esperana que los colegas alemanes se quedaran, aunque era comprensible que quisieran volver a Alemania. Aún así, hasta fines de 1960 fueron 13 los docentes alemanes que se retiraron. El profesor Rempel decidió quedarse, todo un desafío dadas las difíciles condiciones no sólo del colegio, sino de la ciudad.


Se acordó de antiguos profesores, de las dificultades después de que el colegio, que funcionaba en calle Picarte, quedara inutilizable con el terremoto; el traslado del mobiliario, documentación y materiales al  edificio original de Isla Teja que aún se encontraba en obra gruesa; los difíciles comienzos en sólo diez salas de clases habilitadas en corto tiempo, con jornada en la mañana para los mayores y en la tarde para los más pequeños, limitadas por la escasa luz del día, debido a la falta de las instalaciones eléctricas. A pesar de ello las clases se reanudaron en esas difíciles condiciones el 10 de agosto de ese año, con 327 alumnos, debido a los aplazamientos impuestos por la espera del desagüe del Lago Riñihue, lo que conocemos comúnmente como el “Riñihuazo”.


Más adelante en el tiempo, tuvo que asumir como Director y hacer un intenso trabajo para restablecer un buen clima laboral, pues debido al quiebre que se produjo con el profesorado, la administración y su antecesor, y entre éste y el Directorio, se tornó difícil y muy complejo, hasta que lograron, en forma mancomunada con el Directorio, establecer un grato ambiente de trabajo en pos de los buenos resultados del colegio. Señaló que para lograr esto, su petición al Directorio fue hacerse cargo de la parte pedagógica mientras el Directorio veía todos los temas de financiamiento. De esta manera, divididas las funciones, lograron su cometido.


Se sorprendió de que la actual oficina de Dirección, donde se sostuvo la reunión, fuera en sus tiempos la Sala de Profesores, inaugurada en marzo de 1963. El nombramiento del profesor Rempel como Director fue oficializado en julio de ese año.


Señaló que durante años tuvo contacto con varios de los profesores alemanes con quienes compartió su estadía en Chile, y que aún hasta ahora mantiene contacto con uno. Reflexionó sobre algunas experiencias de vida: aprendió de ellas que con colaboración, dedicación y buenas maneras se puede lograr mucho y se trabaja de manera más grata. También afirmó que lo importante no es el dinero, ni lo material, ni el éxito, que lo más importante es la relación con los demás y sentirse felices con lo que cada uno realiza.


Agradeció profundamente la reunión y la cordial y atenta escucha de sus historias, las que dijo podría seguir contando por horas. Nosotros agradecemos su visita, y los muchos recuerdos de una mente tan lúcida y vivaz.



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